La dicha es la
felicidad que se siente por algo que se logró, algo bueno que sucedió en la
familia, entre otras alternativas. Por tanto, la palabra dicha suele ser usada
como sinónimo de felicidad y de satisfacción.
Cuando alguien siente dicha y por tanto se encuentra dichoso
de algo, es porque ha sido invadido por un estado de ánimo resultado de la
satisfacción conseguida en algún aspecto de la vida o en general. Aquel que
dice ser dichoso se siente a gusto, complacido y contento.
Este sentido asociado a la felicidad implica que la persona
que lo atraviesa sienta un gran bienestar que está directamente producido por
haber conseguido lo que esperaba, por la ausencia de problemas, entre otros.
Justamente este último punto, la falta de problemas, una
existencia sin complicaciones de ninguna índole es motivo de dicha para las
personas.
Cuando tenemos conflictos en algún aspecto de nuestra vida
nos será difícil estar tranquilos y disfrutar porque nuestra cabeza
inevitablemente reparará en ellos sin dejarnos disfrutar.
Resolver entonces los problemas es justamente un motivo de
dicha también.
También debemos decir a propósito de este tema que la dicha
suele ser una búsqueda constante en la vida de algunas personas, es decir, todo
lo que hacen está orientado a conseguir este estado de plenitud y se alejarán y
combatirán todo aquello que pueda
afectarlo o complicarlo.
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