jueves, 24 de noviembre de 2016

SUMISIÓN

La sumisión es una actitud, un comportamiento que puede desarrollar una persona y que implica sometimiento, subordinación y acatamiento en todo nivel y sentido a otra persona o grupo y que resulta normalmente de estar ese individuo en un escalón o altura menor, o en su defecto por encontrarse amenazado o haber sufrido algún tipo de ataque violento que desencadena esa sumisión.
Entonces, en el primer caso que enunciamos líneas arriba, la sumisión sería la consecuencia de ocupar un lugar, una posición de menor importancia en una organización, por ejemplo, en una empresa, en una asociación política, entre otros. Por caso, quienes se hallan en esta situación aceptan sin restricciones o contradicciones a aquellos que son autoridades. Obviamente lo hacen porque respetan esa dinámica de niveles y también lo hacen la mayoría de las veces porque temen que de lo contrario puedan sufrir algún tipo de represalia, tales como ser removidos o echados de su cargo, entre otros.
Luego, la sumisión, podría ser el resultado de una relación interpersonal en la que hay una parte que somete a la otra, logrando su acatamiento. En estos casos la sumisión suele conseguirse a través de la amenaza, de la violencia física, de la intimidación psicológica, entre otras alternativas.
Generalmente, aquellas personas más débiles de carácter suelen ser más permeables a este tipo de acciones.
Por otra parte, en el ámbito del derecho, la sumisión se toma como aquel acto por el que alguien se somete a otra jurisdicción, perdiendo o renunciando por caso al domicilio o fuero que tenía. Es decir, termina aceptando la propuesta que pretende la otra partey finalmente, en el contexto sexual es donde también se usa mucho este concepto para denominar a una práctica de tipo sexual justamente y que consiste en que uno de los componentes de la pareja somete al otro y éste último termina por aceptar todo cuanto le propone el dominador, incluyendo actos físicamente intensivos. Esta relación de dominador y dominado es la que genera fantasías y plasma de erotismo a los participantes.
El sadomasoquismo es una de las manifestaciones más virulentas de la sumisión en este sentido.

TEMOR

El temor es un sentimiento que comúnmente experimentamos los seres humanos y asimismo los animales y que se caracteriza por el despliegue de una acción de huida, de alejamiento de aquella persona, situación, o cosa que despierta el sentimiento, porque claramente se la considera como peligrosa para la vida o la tranquilidad del entorno.
Entonces, el temor es un sentimiento muy desagradable y una emoción bien primaria que surge en el animal o persona de manera natural, espontánea, ante la mínima percepción de un peligro o daño.
Existe un mecanismo físico que desata el temor y se halla en nuestro cerebro, en el reptiliano. En tanto, la amígdala cerebral controla las emociones y se ocupa de su localización. Cuando esta percibe el miedo produce una respuesta que puede ser la de huir, paralizarse o enfrentarlo. Asimismo, el miedo produce manifestaciones físicas inmediatas como ser: el aumento de la presión arterial, incremento de la glucosa en sangre, el corazón bombea a mayor intensidad y se agrandan los ojos, entre otros.
Como sucede con todas las emociones y sentimientos que experimentamos los seres humanos, el temor, es uno de los que más ha abordado la psicología con la misión de explicarlo, clasificarlo, encontrar sus causas y también para aminorarlo en aquellos casos en los que su presencia es recurrente y provoca un auténtico problema para el desarrollo de la persona que lo padece.
Sigmund Freud distinguió entre dos tipos de temores, el neurótico, que es aquel en el cual la intensidad del ataque no se corresponde con una intensidad de peligro real, mientras que en el temor real la dimensión del temor corresponde a la intensidad de la amenaza.
Mientras tanto, la psicología, hoy, propone, desde la corriente conductista que el temor es algo que los individuos hemos aprendido y por caso lo padecemos. Y por el lado de la psicología profunda, el temor se desencadena ante un conflicto inconsciente que no se ha resuelto.
Por otra parte, también, la palabra temor expresa en nuestro idioma una sospecha, la inquietud de que suceda un daño.

TEMPLANZA

Intimamente ligada con la religión cristiana, la noción de templanza es aquella que se refiere a la virtud que puede desarrollar el ser humano como ser conciente y racional de encontrar el justo equilibrio de todas las cosas. Así, el hombre es el único de los seres vivos que puede sobreponerse a los instintos, que puede dejar de lado los placeres y que puede desarrollar niveles de placer mucho más elevados a través de actividades no relacionadas directamente con el placer corporal.
La templanza, independientemente de la religión, es una virtud que se puede encontrar en todos y cada uno de los seres humanos ya que todos poseemos la capacidad de encontrarnos más allá de los placeres carnales y sensoriales. La templanza representa la capacidad que tiene el ser humano de elevarse en cuerpo y espíritu para desarrollar un estilo de vida en mayor contacto con aquello que nos rodea desde un punto de vista emotivo y espiritual.
Mientras que en las sociedades actuales se incita permanentemente a la búsqueda del goce a través de actividades relacionadas con lo sensorial o lo sexual, también existen numerosas y variadas formas de lograr la templanza a través de la comunicación entre los seres humanos, la filosofía, el arte. En este sentido, la templanza también fue alabada por sociedades racionales tales como la griega, aquella en la cual la presencia de la razón, el equilibrio y la mesura fueron elementos fundamentales de pureza espiritual y mental.
La templanza se opone al desenfreno, al goce descontrolado y desbocado, falto de objetivos o intereses y meramente sensorial. Normalmente, se considera que el logro de niveles adecuados y certeros de templanza tiene que ver con la paciencia y el paso del tiempo como elemento fundamental para que el ser humano gane experiencia, medite y se acerque más a la perfección.


TENTACIÓN

Se puede describir a la tentación como el objeto del deseo de una persona, deseo que por lo general  implica ciertos elementos negativos debido a la posible prohibición o acceso restringido que versa sobre el mismo. Una tentación también puede ser generada por actos o acciones, no sólo por objetos y en este sentido la tentación por lo general se relaciona con actos indebidos pautados socialmente, como ciertas conductas sexuales, alimenticias o éticas.
La tentación es una compleja sensación que implica la existencia de un importante deseo de acceder a aquello que resulta prohibido. Justamente, el carácter prohibitivo que algunos objetos, personas, acciones o actos ostentan es lo que despierta a la tentación y en este sentido es que la tentación puede volverse una actitud ciertamente peligrosa que redunda en la mayoría de los casos en sentimientos de culpa una vez que el individuo cedió o transgredió ese deseo.
Lo prohibido, y por ende la tentación también lo estará, está vinculado con el peligro y es justamente ese combo de peligro-prohibido lo que más atrae a algunas personas que justamente son más permeables a estas cuestiones.
Los amores y las relaciones prohibidos, por citar uno de los ejemplos más corrientes, son grandes tentaciones en las que las personas comprometidas con alguien o algo suelen caer en sus vidas.
Ahora bien, una vez que se trasciende a la tentación es habitual que en la persona sobrevenga una sensación de culpa de la cual será difícil sobreponerse. No todos actuamos del mismo modo ante la culpa, hay algunos que deciden confesar su acción para así sentirse aliviados y obviamente menos culpables pero también hay otros que no pueden hacerlo por el temor a perder aquello conseguido y entonces deciden caer en la mentira, algo que además los llenará de remordimientos y más sentimientos de culpa.
La conducta contraria, aquella que puede mantenerse inmune a la tentación, requiere en todos los casos una importante cuota de fuerza de voluntad y conciencia. Con esto queremos decir que cuando a alguien se le presenta una tentación de algún tipo tendrá que invertir mucho valor y esfuerzo para no caer frente a ella. Normalmente es difícil no ceder ante la misma pero también puede suceder que se haya evitado sucumbir a la misma pero como contrapartida el individuo se siente triste, deprimido.
El tema de la tentación ha sido abordado por la religión cristiana para la cual dispone de una connotación altamente negativa como consecuencia que siempre moviliza a la persona a actuar de una manera impulsiva, cercana al pecado y contraria muchas veces a lo que propone la fe católica. Porque seguramente esa acción en la que uno se ve tentado será sumamente agradable en el momento presente pero inmediatamente después puede desencadenar un problema o daño en uno mismo o en el prójimo.
Según lo que cree y se ha encargado de difundir la tradición cristiana en este sentido es Satanás quien interviene con toda su astucia y maldad para inducir al hombre en la tentación y por ello al pecado en su máximo esplendor.
De acuerdo a la tradición bíblica, la tentación es uno de los primeros errores en los que caen Adán y Eva como representantes de la Humanidad al aceptar la manzana prohibida de parte de la serpiente maliciosa que compartía con ellos el Paraíso. La tentación es entonces señalada como un elemento de debilidad ante un posible deseo de obtener algo prohibido, aunque también se podría decir que la tentación es específicamente el momento anterior al de la obtención de ese elemento prohibido o a la realización del acto en cuestión.
La tentación como fenómeno social siempre ha tenido a lo largo de la historia diferentes modos de ser representada. En este sentido, las sociedades actuales establecen determinados elementos tentadores que pueden estar relacionados con actitudes o prácticas específicas de la época, estando muchos de ellos relacionados con el consumismo y la adquisición irrefrenable de bienes. La tentación, además, se vincula en gran medida hoy en día con hábitos alimentarios ya que la conciencia sobre los diferentes tipos de alimentos genera ciertas prohibiciones sobre aquellas comidas más grasosas que son, por lo general, las más sabrosas y deliciosas para muchas personas.

TERNURA

El cariño, amor, afecto o amabilidad que una persona expresa y demuestra por determinadas cosas, animales, o por alguien, se le designa con el término de ternura.
Sentimiento humano que desencadena cariño infinito y necesidad de proteger al ser objeto de ese sentir
La ternura es básicamente un sentimiento que todas las personas podemos sentir por el solo hecho de pertenecer a la raza humana y que se caracteriza por el afecto y el desinterés que impulsa a querer a alguien, a buscar protegerlo y cuidarlo de los peligros, entre otros.
Y esto es así porque normalmente aquello que nos despierta ternura, un niño, un anciano, una mascota pequeña, suelen ser percibidos por nosotros como más frágiles y débiles y entonces demandan de parte nuestra una actitud de protectores.
Ahora bien, que quede claro que aquel que nos despierta ternura no debe ser considerado como alguien inferior a nosotros, sino muy por el contrario, como alguien híper valioso y querido al que se quiere cuidar por sobre todas las cosas de cualquier peligro que lo aceche en algún momento, porque claro, dispone todavía de cierta cuota de debilidad, más que nada por lo que señalábamos de tratarse de personas más pequeñas o más añejas.
Aquellos seres más queridos como  los padres, los hermanos, los hijos, los abuelos, las mascotas y los amigos son mayormente los destinatarios de nuestra ternura.
Gracias a la ternura cada individuo podrá dar lo mejor de sí mismo aunque únicamente la retribución de ello sea ver sonreír a aquel que se ama. Por tanto, la misma resulta ser fundamental a la hora de construir una relación basada en el amor, la confianza y el respeto
Un sentimiento subjetivo pero muy presente en los humanos que los ennoblece.
Todos los individuos somos distintos, es decir, tenemos diferentes experiencias de vida, sentimientos, educaciones, que son las que marcarán esas distinciones, entonces, aquello que despierta ese cariño que mencionábamos, la ternura, en definitivas cuentas, será disparado por diversas cuestiones, lo que a alguien le despierta ese sentimiento puede no despertarlo en otro.
De todas maneras y a pesar de las diferencias que puede haber entre unos y otros respecto de aquello que despierta ternura, existen algunas imágenes y situaciones que inevitablemente despertarán la ternura de la mayor parte de las personas, independientemente de la educación, las creencias y las experiencias de vida que ostente.
Un bebé jugando, riéndose, abrazando a su mamá, una mujer embarazada, un niño besando a su hermano, a un amiguito, un abuelo paseando con su nieto, un perrito recién nacido tomando de la teta de su mamá, son imágenes y situaciones que suelen despertar la ternura de cualquier persona que las contempla.

TERQUEDAD

Un individuo terco, se mantiene firme en una posición. No tiene en cuenta los comentarios o las opiniones de los demás si está convencido de lo que piensa. Por otra parte, aunque la realidad le demuestra que está
equivocado o que una situación no es tal como él cree, el sujeto terco insiste con su pensamiento o sus acciones.
De esta manera, la terquedad puede tomarse como algo positivo o negativo según el contexto o las consideraciones de cada uno. En algunos casos, se valora que una persona sea terca ya que demuestra constancia, firmeza y convicción: pese a las dificultades, sigue adelante con su proyecto.
A los seres humanos no suele gustarnos aceptar nuestras debilidades, admitir que no entendemos algo o que sabemos poco de una materia determinada. Muchas veces, esto nos lleva a actuar como si tuviéramos todas las respuestas a los problemas de los demás, y por eso los aconsejamos con demasiada rigidez, como si nuestras palabras representaran el único camino correcto; si tras esta actitud nos encontramos con ideas opuestas, entonces acusamos a nuestros interlocutores de tercos, solamente por no actuar como nosotros esperábamos.
Dicho esto, siempre existe la posibilidad de que nuestros consejos no sean buenos, o de que existan mejores, más adecuados para la otra persona. En un caso así, la supuesta terquedad de quien se niega a aceptar nuestras indicaciones puede resultar en una verdadera solución. Historias de este tipo tienen lugar en muchas familias, cuando los padres trazan el camino que desean ver recorrer a sus hijos, y éstos se mantienen firmes en sus propias decisiones.
Jóvenes tercos se han convertido en grandes profesionales de todos los ámbitos, y gracias a su resistencia la humanidad ha dado grandes saltos a nivel científico y cultural. Esta actitud suele estar ligada a una convicción poco común, a una confianza en uno mismo que no resulta fácil de explicar ni se condice con los demás aspectos de la personalidad: por ejemplo, muchos individuos aparentemente inseguros actúan así en casos específicos, generalmente relacionados con la vocación, aunque no responda a su constante necesidad de satisfacer a los demás.

TERROR

La experiencia de miedo intenso es conocida como terror. La palabra terror presenta sinónimos diversos en español, tales como horror, espanto, pavor, pánico o miedo.
Las múltiples caras del terror
La vivencia del terror está presente de muchas maneras. En la ficción existen géneros específicos, el cine o la literatura de terror, cuya característica primordial es crear una atmósfera de pánico en el espectador o en el lector. En la vida real, el sentimiento intenso de miedo se puede vivir de muchas maneras: el terror nocturno de los niños, las situaciones amenazantes o de extremo peligro o en un contexto de violencia o de guerra.
En el mundo de los sueños también experimentamos situaciones de pavor y de miedo
En ocasiones el terror se convierte en una especie de juego, tal y como ocurre con algunos atracciones infantiles o en los disfraces terroríficos de carnaval.
El terror es generalmente rechazado por el ser humano, salvo en aquellos casos en los que forma parte de la ficción o del entretenimiento. Sin embargo, los actos que generan terror son un instrumento poderoso para conseguir ciertos objetivos, tal y como sucede con las acciones de los grupos terroristas o las mafias.
En un sentido histórico, el terror forma parte de la historia universal de la humanidad y de manera muy especial en las guerras, las situaciones de explotación, los genocidios o en algunos procesos revolucionarios (por ejemplo, durante la Revolución Francesa tuvo lugar una etapa tan sangrienta y brutal que es conocida como el Terror).
El mecanismo fisiológico que activa el terror se encuentra en el cerebro de las personas y de los animales, concretamente en el denominado sistema límbico. Este sistema sirve para regular las emociones y nos pone en guardia frente a situaciones de pánico.
La vivencia de miedo extremo depende de una hormona, la oxcitocina. La activación de esta hormona permite reaccionar ante aquello que produce el terror y a partir de este aviso el individuo puede actuar de una manera u otra: escapando del peligro que le aterroriza, enfrentándose al miedo o quedándose paralizado.
Desde un punto de vista fisiológico, las situaciones de terror producen una serie de alteraciones: incremento de las pulsaciones y de la presión arterial, aumento del metabolismo celular y de la glucosa y la sangre fluye a las extremidades inferiores para facilitar la huida.
Las vivencias terroríficas no solo afectan al cuerpo de manera momentánea sino que pueden dejar secuelas psicológicas significativas a largo plazo.

TIMIDEZ

La timidez es una característica presente en muchas personalidades y que se caracteriza porque quien la presenta se muestra poco afecto a hablar en público, a vincularse con sus pares y generalmente cuando lo tiene que hacer suele sonrojarse, ponerse nervioso y hasta tartamudear. También, la timidez reporta a quien la padece muy poca confianza en sí mismo.
Vale destacarse que todo lo expuesto desemboca en un condicionamiento y una limitación social que sufrirá la persona que sufre de timidez, ya que se inclinará por apartarse, aislarse de sus pares para evitar este sentimiento desagradable.
Ahora bien, es importante que distingamos que a cierta edad y en determinadas circunstancias es esperable, habitual y hasta entendible que una persona presente timidez. Por ejemplo, los niños, entre los cinco y los doce años suelen ser tímidos y avergonzarse de determinadas situaciones familiares y sociales, pero luego la misma pasa si es que en casa disponen de una adecuada contención.
Ahora bien, si en el hogar se encuentra con unos padres híper protectores que no dejan que su hijo/a sufra para así evitarles frustraciones, entonces, indirectamente ayudarán a que prevalezca este comportamiento.
El accionar de los progenitores es muy importante a la hora de atemperar o de propiciar que la timidez se convierta en un trastorno crónico en su hijo, especialmente si lo sobreprotegen como dijimos o también si lo humillan habitualmente, si son muy severos o si le infligen castigos reiterados.
También es normal que una persona que por ejemplo se encuentra en un contexto en inferioridad de condiciones se presente tímida, tal es el caso de un hombre que se haya rodeado de mujeres. En este caso, la timidez es algo pasajero y puntual y de ninguna manera condiciona totalmente a la persona.
Pero hay otros casos en los que la timidez sí constituye un severo problema porque bloquea a la persona y le impide un desenvolvimiento social normal
Si bien no hay un tratamiento único y totalmente efectivo contra la timidez existen algunas actividades que pueden ayudar a la persona que la padece a minimizar sus efectos, tal es el caso de: estudiar teatro, practicar técnicas que ayuden a la relajación y hacer una psicoterapia con un profesional especializado que ayude a superar este problema concreto.

TOLERANCIA

La tolerancia podría ser descrita como una actitud, una manera de actuar, una forma de ser que se basa en la idea de que todos los seres humanos somos iguales y que por lo tanto debemos respetarnos, protegernos y aceptarnos tal cual somos sin generar divisiones que nos enfrenten, sin agredir o discriminar. En términos más específicos o individuales, la tolerancia también puede ser entendida como la actitud mediante la cual una persona tolera o acepta rasgos que no necesariamente tengan que ver con cuestiones raciales, étnicas o religiosas de otra persona que conoce (por ejemplo, tener tolerancia a que alguien sea impuntual, a que alguien sea desordenado, etc.).
La tolerancia es hoy en día uno de los actos más necesarios para la convivencia de todas las sociedades en el planeta, tanto entre distintas sociedades entre sí como también a nivel interno. Esto se debe a que en la actualidad los lazos entre comunidades antes aisladas es innegable e inevitable, lo cual hace que uno entre en contacto más fácilmente con otras realidades y formas de vivir. Si bien esto es positivo, también puede traer como consecuencia actos de miedo hacia lo diferente, superstición, discriminación, agresividad y violencia. Incluso, muchas veces el problema no es unidireccional si no que la intolerancia se registra en muchos niveles al poder ser una comunidad discriminada pero también discriminadora.
Por otro lado, es importante señalar que las sociedades modernas muestran una alta tendencia hacia la violencia por lo cual actos como el respeto mutuo, la tolerancia, la convivencia y la paz son cada vez más difíciles y complicados. En sociedades en las que la violencia está enquistada en todos los niveles sociales y culturales, en todas las actividades, es muy complicado lograr valores de tolerancia que aseguren una vida pacífica para todos los miembros de la misma.

TRAICIÓN

La palabra traición hace referencia a un acto mediante el cual no se respeta la lealtad o el compromiso que existe entre dos o más partes. La traición es un elemento común de las relaciones humanas ya que el ser humano establece vínculos complejos con sus pares que pueden ir cambiando con el tiempo y verse afectados por diferentes sucesos. La traición, sin embargo y a pesar de poder ser común, siempre es vista como un elemento negativo ya que supone que se pierde la confianza y la lealtad existente entre dos partes en las cuales existían previamente esos sentimientos
El acto de traicionar o de llevar adelante una traición supone justamente que se quiebran sentimientos tales como respeto, compromiso, lealtad, fidelidad que pueden existir entre dos partes. Cuando hablamos de partes podemos hacer referencia tanto a personas como a entidades o a instituciones que se ven comprometidas en este acto de traición. Normalmente, la traición supone algún tipo de daño para la persona que lo sufre, ya sea a nivel emocional como también a nivel físico, económico, laboral, intelectual. Es decir que una traición puede ser muy variada y diversa dependiendo de cada caso; el único elemento común es que siempre contribuirá a generar algún daño o dolor sobre la persona en la que se ejerce.
La traición puede darse de manera voluntaria, es decir, buscando la persona que la lleve adelante provocar ese daño en la otra parte, pero también puede ser involuntaria y de igual manera generar dolor y daño en aquellos que lo sufren. Muchas veces, el ámbito laboral puede transformarse en un ámbito altamente competitivo en el que situaciones como estas se dan a menudo, quebrándose entonces amistades o relaciones amigables duraderas. También puede darse en el ámbito de las relaciones amorosas ya que cualquier tipo de engaño o infidelidad supone una traición a la idea de compromiso y lealtad que las dos personas pueden tener entre sí.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

TRISTEZA

Preocupación y pérdida de energía o de voluntad. El término tristeza es utilizado para designar a una de las sensaciones o emociones más típicas y básicas que solemos sentir los seres humanos, consistiendo de un estado anímico con un alto contenido negativo en el que la persona que lo padece se siente abatida, con ganas de llorar constantemente y una bajísima autoestima, es decir, no se siente ni lindo/a, ni inteligente, ni preparado para hacer nada importante por su vida.
Emoción del ánimo que se caracteriza por un sentir de pena, aflicción y angustia a causa de la sucesión de un hecho desafortunado o doloroso
La tristeza se caracteriza entonces por ser un generador de estados o sentimientos de desazón, aflicción, pena, angustia.
Todos hemos pasado por períodos de tristeza. Llegas a casa y no tienes ganas de hacer nada, en tu mente solo hay un pensamiento, una obsesión que te lleva a estar triste y llorar cada vez  más.
Tus emociones y sentimientos solo te piden una cosa, dormir porque con el sueño es como si se parara todo y como si te olvidaras de todo, como si al despertar todo lo que has vivido y que te causa tanta tristeza solo hubiera sido una desagradable pesadilla pero no, despiertas y rápidamente vuelven las malas emociones y la tristeza.
En esos momentos de tristeza  parece que todo se acaba y cuando recordamos anteriores épocas de tristeza  nos damos cuenta que como todo lo malo pasa con el tiempo y que con el tiempo terminamos aceptando situaciones y hechos que en un principio nos negamos rotundamente a admitir.
Cuando una persona sufre tristeza profunda en su química corporal surgen una serie de cambios rotundos, en apenas segundos se puede pasar de un estado a otro, se puede llegar a tener bipolaridad; estar eufórico, contento y en unos momentos, por culpa de los recuerdos malos volver a un estado catatónico triste.
¿Pero qué es lo que nos genera ese malestar? ¿Qué es lo que nos avasalla con sentimientos negativos y sensaciones desagradables?
El primer paso de esa tristeza es el agobio a base de pensar y pensar cada vez cosas más negativas y desagradables sobre lo que nos está ocurriendo. Puede ser la muerte de un familiar, una enfermedad, la quiebra de una empresa familiar, estar en el paro… Los desencadenantes de este embrollo son muy variados y distintos entre si pero todos generan emociones y sentimientos desagradables muy similares.
El agobio viene por el bombardeo de pensamientos que nos conllevan a respuestas desastrosas y catastróficas para nosotros, ese constante acoso de preguntas-respuestas catastróficas nos termina generando un agobio enorme en todo el cuerpo.
Debido a tanto agobio comienza a surgir el estrés y apoderarse de nosotros, nos planteamos el futuro, que pasará, nos imaginamos mil situaciones y todas las conclusiones son una búsqueda satisfactoria que como no llega acrecienta más y más el estrés. El tiempo pasa, no vemos una solución y cada vez nos agobiamos más, nos estresamos más y con ello nos hundimos más en el pozo y las emociones y sentimientos
La desesperación es esa sensación de que hagamos lo que hagamos todo continuará igual y que todo continúe igual significa vivir desolado como hasta ahora, con impotencia de no poder hacer un cambio o remediar las cosas, nos desesperamos, sentimos mucha impotencia y esto se traduce en tristeza, malestar, odio, ira y un tormento de emociones y sentimientos negativos que vienen y van constantemente introduciéndonos en una tristeza y cada vez más profunda.
Si sufres tristeza profunda más de una vez en tu vida y las vas superando con éxito valdrás mucho como persona y saldrás muy fortalecido.
Los seres humanos nos hemos criado en la naturaleza, no en lo artificial y es la naturaleza la que tanto nos relaja, no hay nada mejor que un buen paisaje para relajarnos la vista, disfrutar y sentir paz en nuestro interior.
Busca esa sensación de bienestar, valora los paisajes, el momento y disfrútalo, todo esto te aliviará, relajará tu tristeza y depresión para que puedas seguir con tu vida, aceptes lo que ha ocurrido y pases de página aceptando lo que te depara la vida. Y de paso aprender a valorar estas cosas hace que estés mucho más feliz y contento algo que no se vende en ningún sitio pero que vale más que cualquier otra cosa que puedas desear o te puedas permitir comprar con dinero.

TRANQUILIDAD

La tranquilidad es un bien muy necesario en el estilo de vida, un bien que puede ser difícil de alcanzar en el contexto actual de acuerdo a las circunstancias personales como consecuencia de las dificultades de la conciliación laboral. La tranquilidad muestra la serenidad de ánimo, un estilo de ánimo en el que el estrés y la ansiedad no son habituales.
Las personas experimentan tranquilidad principalmente cuando están disfrutando de su tiempo de ocio y también, cuando están en espacios de confort como el hogar. En el plano profesional existen temporadas de mayor ritmo que otras puesto que existen meses con una mayor sobrecarga de trabajo.
La tranquilidad muestra la calma que propicia el relax a nivel físico y mental. Estos espacios son muy necesarios para fortalecer el descanso y recargar las pilas.
La tranquilidad es un sentimiento muy sano y positivo porque la persona se siente fuerte consigo misma, su autoestima es más alta, se reducen los miedos personales, crece la confianza ante la vida y aumenta la esperanza.
Tranquilidad es la cualidad que define a una persona que se toma las cosas con tiempo, sin nerviosismos ni agobios, y que no se preocupa por quedar bien o mal ante la opinión de los demás.
Observando estas definiciones, podemos decir que la tranquilidad es ese estado emocional que todos queremos alcanzar en el que nos permitimos sentir todas aquellas emociones y sentimientos que nos vayan surgiendo cotidianamente, sin dejarnos dominar por ninguna de ellas.
Cuando sepamos alcanzar la tranquilidad, podremos disfrutar de nuestras emociones con total libertad, ya que conoceremos que todas tienen su utilidad y que no son positivas o negativas, simplemente son.
¿Cuáles son los síntomas de la tranquilidad?
• Dominas y controlas tu estado emocional.
• Sientes sin reparo, pero no dejas que las emociones te dominen.
• Piensas y organizas tu tiempo antes de actuar.

TURBACIÓN

En cierto momentos, el estado de ánimo de una persona experimenta una turbación como consecuencia de un hecho concreto que provoca una conmoción de ánimo. Cuando una persona se siente turbada está tan desbordada por esta emoción de malestar que produce una especie de niebla mental para observar la realidad tal y como es. Cuando nos sentimos turbados no analizamos los hechos externos del mismo modo que cuando estamos contentos.
En un momento de turbación, la persona no se siente capacitada para tomar decisiones importantes ya que además, tiene dificultades para pensar y reflexionar con claridad. Aquellos sucesos que producen un impacto emocional importante pueden producir turbación emocional. La muerte de un ser querido puede causar este sentimiento de pesar en el alma.

UNIDAD

El concepto de unidad es un concepto abstracto que se utiliza para designar a todo aquello que se encuentra de manera uniforme, unido y semejante en el mundo. La idea de unidad proviene justamente del término uno, es decir una sola cosa, un solo elemento. Así, por ejemplo la unidad de la materia se hace presente cuando diferentes partes se unen para convertirse en algo superior o más complejo que los engloba. En términos científicos la unidad representa orden, pero en términos sociales la unidad puede muchas veces ser entendida como algo negativo si se considera que la unidad representa la anulación de lo diferente o distinto.

El compañerismo es el sentimiento de unidad entre los integrantes de alguna comunidad o grupo que se haya formado con alguna finalidad es el vínculo que existe entre compañeros. Los compañeros, por su parte, son las personas que se acompañan para algún fin, formando algún tipo de comunidad, cuerpo o equipo.
Significa tener respeto y cortesía entre un grupo indicado de personas las cuales deben de aprender a respetar,  es un fenómeno tan importante para la vida comunitaria que es posible encontrarlo no sólo en los seres humanos si no también en muchas especies animales que viven en manada y que se necesitan entre sí para poder subsistir mejor en determinados medios.
El compañerismo es uno de los valores que la sociedad actual ha perdido en gran parte en comparación con otras épocas anteriores. Esto se debe especialmente a que hoy en día estamos inmersos en una sociedad en la cual los valores individualistas, materiales y altamente egocéntricos son considerados como representación del triunfo y del poder.