Sensaciones, sentimientos, emociones y pasiones
jueves, 21 de mayo de 2020
jueves, 20 de febrero de 2020
SENSACIONES, SENTIMIENTOS, EMOCIONES Y PASIONES
Abandono, Abatimiento, (estar) Abrumado, Aburrimiento, Abuso, Aceptación, Acompañamiento, Admiración, Afecto, Aflicción, Agobio, Agradecimiento, Agravio, Agresión, Alarma, Alborozo, Alegría, Alivio, Alteración, Amabilidad, Amargura, Ambivalencia, Amor, Angustia, Añoranza, Ansiedad, Apatía, Apego, Apoyo, Aprobación, Armonía, Arrepentimiento, Arrojo, Asco, Asombro, Atracción, Ausencia, Autonomía.
Benevolencia, Bondad.
Calma, Cariño, Celos, Censura, Cercanía, Cólera, Compasión, Competencia, Comprensión, Compromiso, Concentración, Condescendencia, Confianza, Confusión, Congoja, Consideración, Consuelo, Contento, Contrariedad, Correspondencia, Cuidado, Culpa, Curiosidad.
Decepción, Dependencia, Depresión, Derrota, Desaliento, Desamor, Desamparo, Desánimo, Desasosiego, Desconcierto, Desconfianza, Desconsideración, Desconsuelo, Desdén, Desdicha, Desencanto, Deseo, Desesperación, Desgano, Desidia, Desilusión, Desmotivación, Desolación, Desorientación, Desprecio, Desprestigio, Desprotección, Destrucción, Desvalimiento, Desventura, Devaluación, Dicha, Dignidad, Disforia, Disgusto, Dolor, Dominación, Duda, Duelo.
Ecuanimidad, Empatía, Encanto, Enfado, Engaño, Enjuiciamiento, Enojo, Entusiasmo, Envidia, Espanto, Esperanza, Estima, Estremecimiento, Estupor, Euforia, Exaltación, Exasperación, Excitación, Extasis, Extrañeza.
Fastidio, Felicidad, Fervor, Firmeza, Fobia, Fortaleza, Fracaso, Fragilidad, Frenesí, Frustración, Furia.
Ilusión, Impaciencia, Imperturbabilidad, Impotencia, Incapacidad, Incompatibilidad, Incomprensión, Inconformidad, Incongruencia, Incredulidad, Indiferencia, Indignación, Inestabilidad, Infelicidad, Inferioridad, Injusticia, Inquietud, Insatisfacción, Inseguridad, Insuficiencia, Integridad, Interés, Intolerancia, Intrepidez, Intriga, Invasión, Ira, Irritación.
Paciencia, Pánico, Parálisis, Pasión, Pavor, Paz, Pena, Pereza, Persecución, Pertenencia, Pesadumbre, Pesimismo, Placer, Plenitud, Preocupación, Prepotencia, Pudor.
Rabia, Rebeldía, Recelo, Rechazo, Regocijo, Rencor, Repudio, Resentimiento, Reserva, Resignación, Respeto, Resquemor.
Satisfacción, Seguridad, Serenidad, Simpatía, Soledad, Solidaridad, Sometimiento, Sorpresa, Sosiego, Suficiencia, Sumisión.
Temor, Templanza, Tentación, Ternura, Terquedad, Terror, Timidez, Tolerancia, Traición, Tranquilidad, Tristeza, Turbación.
domingo, 11 de noviembre de 2018
DEVALUACION
Este concepto hace referencia a la acción de disminuir el
valor de un individuo
La devaluación como término psicoanalítico hace referencia
al mecanismo de defensa consistente en atribuir a si mismo o a los otros
cualidades negativas cuando se entra en contacto con conflictos emocionales. La
personalidad narcisista suele emplear la devaluación como mecanismo de defensa.
El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno
o externo atribuyendo cualidades exageradamente negativas a sí mismo o a los
demás.
DICHA
La dicha es la
felicidad que se siente por algo que se logró, algo bueno que sucedió en la
familia, entre otras alternativas. Por tanto, la palabra dicha suele ser usada
como sinónimo de felicidad y de satisfacción.
Cuando alguien siente dicha y por tanto se encuentra dichoso
de algo, es porque ha sido invadido por un estado de ánimo resultado de la
satisfacción conseguida en algún aspecto de la vida o en general. Aquel que
dice ser dichoso se siente a gusto, complacido y contento.
Este sentido asociado a la felicidad implica que la persona
que lo atraviesa sienta un gran bienestar que está directamente producido por
haber conseguido lo que esperaba, por la ausencia de problemas, entre otros.
Justamente este último punto, la falta de problemas, una
existencia sin complicaciones de ninguna índole es motivo de dicha para las
personas.
Cuando tenemos conflictos en algún aspecto de nuestra vida
nos será difícil estar tranquilos y disfrutar porque nuestra cabeza
inevitablemente reparará en ellos sin dejarnos disfrutar.
Resolver entonces los problemas es justamente un motivo de
dicha también.
También debemos decir a propósito de este tema que la dicha
suele ser una búsqueda constante en la vida de algunas personas, es decir, todo
lo que hacen está orientado a conseguir este estado de plenitud y se alejarán y
combatirán todo aquello que pueda
afectarlo o complicarlo.
DIGNIDAD
La Dignidad es un sentimiento de valor propio, el ser humano
en su actuación debe ser libre y respetado, sobre todo por sí mismo, lo que le
brinda el poder de autonomía sobre sus capacidades y acciones, partiendo del
hecho de que los hombres son seres racionales. El hecho de actuar correctamente
bajo los valores morales y preceptos jurídicos impuestos por la sociedad
provoca en el ser humano una reacción en donde se siente valioso, digno de
respeto y admiración, hasta puede sentir que puede ser un modelo a seguir.
Lo que nos lleva a decir que la dignidad es aquel valor
correspondiente al mérito de alguien o de algo, que las personas pueden
desarrollar a través de su modo de actuar, de su conducta o de su
comportamiento. La dignidad es la cualidad de ser digno, es decir merecedor de
algo, ese algo puede ser un objeto, un sentimiento un pensamiento, etc. Por
ejemplo, “ella es digna de respeto, pues siempre ha actuado bajo las normas de
la comunidad”.
La dignidad tiene que ver con el decoro o reconocimiento
hacia el actuar de las personas bien sea con el prójimo o consigo mismo. La
dignidad humana es un derecho propio de cada ser humano, derecho de ser
individualizado y respetado con cada una de sus particularidades y condiciones,
por el solo hecho de ser persona, porque no se debe ofender ni agredir a otra
persona.
DISFORIA
La disforia es una emoción que resulta molesta, incómoda o
fastidiosa. Puede vincularse a la irritabilidad e incluso a la tristeza,
desarrollándose como una reacción ante un determinado estímulo, un hecho o un
acontecimiento.
En ocasiones la disforia aparece en el marco de un cuadro
depresivo. Se trata de una condición vinculada a distintos trastornos
psicológicos que se desencadena con una crisis y suele asociarse al
desconsuelo.
Puede ser un síntoma de un trastorno de ansiedad, de
depresión, de esquizofrenia o hasta de un síndrome de abstinencia. Según su
origen, el tratamiento puede desarrollarse de distintas maneras.
La disforia de género, por ejemplo, es un diagnóstico de la
psiquiatría que se aplica a aquellos individuos que experimentan disforia
respecto a su sexo asignado por motivos biológicos y a su identidad de género.
En otras palabras: esta disforia surge cuando la persona no siente como propio
ni se identifica con su género. Cuando un ser humano con cuerpo de hombre se
siente mujer o viceversa, padece disforia de género.
Actualmente no se la considera como un trastorno mental,
sino como un malestar significativo que está vinculado al género. Cuando el
diagnóstico es confirmado, el sujeto puede decidir someterse a una intervención
quirúrgica para adecuar su sexo biológico a su identidad de género.
DISGUSTO
Un disgusto es un sentimiento negativo que se experimenta
por una desilusión, un desengaño u otro tipo de contrariedad. Puede decirse que
surge cuando un individuo recibe una mala noticia.
El disgusto puede tener distintas características. Muchas
veces se lo vincula al dolor o a la tristeza que causan determinados
acontecimientos. Quedarse sin empleo es un disgusto: la persona sufre ya que
sabe que, al no tener trabajo, experimentará problemas para satisfacer sus
necesidades materiales. La muerte de un ser querido también podría considerarse
como un disgusto.
La expresión “a disgusto”, por otro lado, hace mención a
actuar de mala gana. Cuando alguien desarrolla una actividad a disgusto, lo
hace por obligación, sin ganas ni entusiasmo. Desde el punto de vista afectivo,
el ser humano reacciona ante las situaciones del entorno, situaciones que se
convierten en un estímulo que produce un efecto concreto en el ánimo de las
personas.
Existen situaciones que producen disgusto, es decir, causan
tristeza y malestar personal ya sea por un hecho doloroso, por una situación
incómoda o por una vivencia desagradable.
Existen personas que se disgustan con frecuencia porque son
muy sensibles. Es un aprendizaje interior aprender a educar el carácter para
relativizar las dificultades y responder sin dramatismos a las circunstancias
externas. Los disgustos no deben reprimirse sino buscar el modo de canalizar
esa energía negativa de una forma saludable.
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