Se define a la injusticia como la falta de justicia, de bien
común y de equilibrio dentro de diversos grupos sociales que pueden ir desde la
comunidad toda hasta el sujeto individual. Como tal, la injusticia implica
principalmente el no respeto por los derechos tanto de los individuos como de
la sociedad en su conjunto, y este no respeto o esta falta de derechos puede
hacerse visible de innumerables formas: algunas más pequeñas y casi invisibles,
otras más notorias y flagrantes. Si entendemos que la justicia es la búsqueda
del bien común y del bienestar conjunto, la injusticia será entonces el
beneficio de algunos en pos del perjuicio a otros.
Al pensar en injusticia o en la falta de justicia,
inmediatamente tendemos a asociarla con situaciones de resolución judicial o
legal. En ellas, la injusticia se evidencia al no condenar apropiadamente a un
criminal, al no actuar de acuerdo a lo que establece la ley, aplicar la ley de
manera negligente, que claro es lo mismo a no hacer justicia, o algo que
también es muy habitual y que promueve la injusticia en este sentido es el
fallo en el ordenamiento jurídico o lo que popularmente se conoce como vacío legal.
El vacío legal se produce cuando no existe una
reglamentación en un tema concreto, entonces, al no existir una regulación
específica sobre una situación, la misma, quedará librada a su suerte, y en
caso de acontecer alguna complicación no será para nada sencillo hallar una
solución justa que conforme a las partes, por ejemplo.
Ahora bien, es importante destacar que los jueces están
obligados a aplicar técnicas sustitutivas en aquellos casos de vacío legal
siendo lo más normal que se aplique el criterio de analogía a través del cual
el juez aplica aquella normativa que entiende en causas parecidas.
Sin embargo y más allá de estas injusticias que el derecho
no sabe condenar, castigar, hay muchas maneras de actuar de modo injusto en el
día a día sin que esto sea necesariamente penado por la ley. Tal es el caso de
aprovecharse de un individuo cuando quiere comprar un artículo al informarle
mal el precio, no cediendo el paso al transeúnte por parte de los
automovilistas, no respetando el espacio público y dañándolo con basura, no
distribuir de manera conforme la renta, hecho que da paso a la pobreza y a la
desigualdad en materia de ingresos en una sociedad, etc.
Entonces, uno de los casos ejemplos de desigualdad social es
la desigualdad en materia de ingresos y que está manifestada por la disparidad
en lo que respecta a la distribución de los mismos. En casi todas las épocas y
en todas las sociedades ha existido y existe esta desigualdad, en tanto, el
sistema económico imperante (capitalismo versus socialismo), guerras,
diferencias en habilidades y en educación de los individuos, cuentan a la hora
de crear esa brecha de desigualdad en los ingresos.
Vale destacarse que la desigualdad social en materia
económica desencadena una multiplicidad de problemas que terminarán por afectar
el armónico desarrollo de la sociedad en general, entre ellos: caída en la
esperanza de vida, adicción a las drogas, problemas mentales, deficientes
niveles de educación y salud, aumento de los índices de embarazos juveniles.
El trabajo en pos de la eliminación de las conductas
injustas circunstanciales o globales es algo en el que toda la comunidad debe
comprometerse. La injusticia existe cuando los individuos de una sociedad o
comunidad no reconocen los derechos de los demás y pasan por arriba de ellos.
El cambio de actitud ante pequeñas o grandes situaciones de injusticia es el
único camino hacia el logro de sólidas estructuras de justicia.
Con esto queremos decir que más allá que existan normas,
leyes, que regulen determinadas actividades y situaciones de la vida en
comunidad será preciso que cada individuo parte de la sociedad se comprometa de
manera activa a defender la justicia, a promoverlo y por supuesto condenar la
injusticia cuando la misma tenga lugar.
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