El cariño, amor, afecto o amabilidad que una persona expresa
y demuestra por determinadas cosas, animales, o por alguien, se le designa con
el término de ternura.
Sentimiento humano que desencadena cariño infinito y
necesidad de proteger al ser objeto de ese sentir
La ternura es básicamente un sentimiento que todas las
personas podemos sentir por el solo hecho de pertenecer a la raza humana y que
se caracteriza por el afecto y el desinterés que impulsa a querer a alguien, a
buscar protegerlo y cuidarlo de los peligros, entre otros.
Y esto es así porque normalmente aquello que nos despierta
ternura, un niño, un anciano, una mascota pequeña, suelen ser percibidos por
nosotros como más frágiles y débiles y entonces demandan de parte nuestra una
actitud de protectores.
Ahora bien, que quede claro que aquel que nos despierta
ternura no debe ser considerado como alguien inferior a nosotros, sino muy por
el contrario, como alguien híper valioso y querido al que se quiere cuidar por
sobre todas las cosas de cualquier peligro que lo aceche en algún momento,
porque claro, dispone todavía de cierta cuota de debilidad, más que nada por lo
que señalábamos de tratarse de personas más pequeñas o más añejas.
Aquellos seres más queridos como los padres, los hermanos, los hijos, los
abuelos, las mascotas y los amigos son mayormente los destinatarios de nuestra
ternura.
Gracias a la ternura cada individuo podrá dar lo mejor de sí
mismo aunque únicamente la retribución de ello sea ver sonreír a aquel que se
ama. Por tanto, la misma resulta ser fundamental a la hora de construir una
relación basada en el amor, la confianza y el respeto
Un sentimiento subjetivo pero muy presente en los humanos
que los ennoblece.
Todos los individuos somos distintos, es decir, tenemos
diferentes experiencias de vida, sentimientos, educaciones, que son las que
marcarán esas distinciones, entonces, aquello que despierta ese cariño que
mencionábamos, la ternura, en definitivas cuentas, será disparado por diversas
cuestiones, lo que a alguien le despierta ese sentimiento puede no despertarlo
en otro.
De todas maneras y a pesar de las diferencias que puede
haber entre unos y otros respecto de aquello que despierta ternura, existen
algunas imágenes y situaciones que inevitablemente despertarán la ternura de la
mayor parte de las personas, independientemente de la educación, las creencias
y las experiencias de vida que ostente.
Un bebé jugando, riéndose, abrazando a su mamá, una mujer
embarazada, un niño besando a su hermano, a un amiguito, un abuelo paseando con
su nieto, un perrito recién nacido tomando de la teta de su mamá, son imágenes
y situaciones que suelen despertar la ternura de cualquier persona que las
contempla.
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