La vergüenza es aquel sentimiento que se manifiesta con la
turbación del ánimo como consecuencia de la comisión de alguna falta grave, por
la realización de alguna acción humillante y deshonrosa, ya sea propia o ajena,
o simplemente por la timidez que alguien padece como característica de su forma
de ser.
Al sentir de la vergüenza se la suele asociar con la
autoestima, dado que la rebaja, y coloca a la persona que la padece en un
estado de inferioridad; el yo está menoscabado y entonces ello le impide a la
persona actuar de manera normal y con soltura.
La vergüenza forma parte de la galaxia de las emociones
sociales, junto a culpa y a orgullo. Y alrededor de la emoción vergüenza,
orbitan emociones que guardan una conexión por afinidad a ésta: recato, pudor,
rubor, ridículo, sonrojo, bochorno, timidez y vergüenza ajena. Todas estas
emociones son un tanto difíciles de definir, pero puede intuirse que existe un
conjunto de emociones que se desarrollan por presión social y por ello, las
denominamos sociales.
Dentro del mapa del Universo de Emociones, las emociones
sociales también pueden considerarse como cometas o materia intergaláctica que
navega y se expande a través de las otras galaxias. Esto es debido a que muchas
de las emociones que componen las emociones sociales pertenecen por derecho
propio a otras galaxias. Un ejemplo de ello es la vergüenza, que se sitúa en una
posición muy cercana al miedo porque, en el fondo, se trata de un tipo de
ansiedad social. Por este motivo las emociones sociales ocupan un lugar central
en el Universo de Emociones.
Precisamente, la vergüenza es la emoción social por
excelencia. Es una emoción que se aprende; no se nace con ella. De hecho, es la
emoción que aparece más tarde en el desarrollo evolutivo de los niños.
La vergüenza es una reacción negativa que se dirige a sí
mismo. Se distinguen dos tipos de vergüenza: la que sentimos cuando hemos hecho
algo moralmente mal y la que sentimos cuando hemos hecho el ridículo . También
existe un tercer tipo de vergüenza y proviene de la literatura española del s.
XVIII: es la “vergüenza ajena”, aquella que sentimos cuando es otra persona la
que hace algo impropio de la ocasión. Estos son ejemplos de cómo una emoción,
como la vergüenza, puede tener diferentes matices dependiendo de la sociedad y
la cultura de las personas que la experimentan.
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