Cuando alguien o algo se mueve sin suficiente firmeza y lo
más probable es que finalmente termine tambaleándose o dando lugar a un tipo de
movimiento oscilante se dirá de él que vacila.
Aquello que no está firme
Por otra parte, cuando algo no se encuentra lo
suficientemente firme como debería estarlo en el lugar que se encuentra,
también se hablará de vacilación.
Persona que manifiesta vacilación ante una decisión
También, cuando un individuo ante una determinada
circunstancia de la vida o bien ante una decisión importante que debe sí o sí
tomar, se muestra con dudas, titubeos, o lo inunda la indecisión por no saber
qué camino tomar finalmente, solemos decir que vacila antes de tomar la
decisión.
Debemos decir a propósito de esto que hay individuos que
disponen de una inclinación habitual y natural a la vacilación, es decir, casi
siempre y ante la mayor parte de las decisiones y acciones que deben emprender se muestran vacilantes, dudan, están indecisos
sobre cuál es el mejor camino a tomar.
Sin dudas, esto está en estrecha vinculación con un estado
de inseguridad que prevalece en él.
Las personas inseguras suelen ser vacilantes ante todo y por
supuesto esta situación muchas veces complica su desarrollo ya que en esa indecisión
pueden perder oportunidades importantes que las terminan aprovechando otros.
Está muy bien ser cauto en muchas ocasiones pero la
vacilación constante y en todo no es buena tampoco, ningún extremo es
aconsejable.
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