La seguridad es el sentimiento de protección frente a
carencias y peligros externos que afecten negativamente la calidad de vida; en
tanto y en cuanto se hace referencia a un sentimiento, los criterios para
determinar los grados de seguridad pecarán de tener algún grado de
subjetividad. En general, el término suele utilizarse para hacer referencia al
conjunto de medidas y políticas públicas implementadas para guarecer a la
población del sufrimiento de delitos, en especial de aquellos que pongan en
riesgo la integridad física.
El término seguridad posee múltiples usos. A grandes rasgos,
puede afirmarse que este concepto que proviene del latín securitas hace foco en
la característica de seguro, es decir, realza la propiedad de algo donde no se
registran peligros, daños ni riesgos. Una cosa segura es algo firme, cierto e
indubitable. La seguridad, por lo tanto, puede considerarse como una certeza.
No obstante, las
medidas más importantes para estimular la sensación de protección son las que
intentan garantizar un nivel de vida digno para todos. De este modo, las
decisiones que pretendan lograr una mejor distribución del ingreso, garantizar
un sistema de salud accesible, brindar educación, etc., son de una importancia
fundamental. En efecto, el nivel delictivo visible desciende en la medida en
que se garantiza integración social a todos, o al menos existan medidas que se
orienten en este sentido, en tanto y en cuanto se propende a una sociedad más
justa. No en vano existe una correlación entre un mejor nivel de vida y un
descenso del delito, mientras que se observa el fenómeno inverso en todos los
países del mundo. De igual modo, las asimetrías sociales en los grandes núcleos
urbanos (estratos con muy altos ingresos y grandes grupos de personas con necesidades
básicas insatisfechas) se asocian con mayor inequidad y, con ella, con mayores
índices de delincuencia.
Finalmente, el consumo de sustancias ilícitas se ha
convertido en un factor desequilibrante en términos de la seguridad. Así, tanto
con la meta de obtener mayores dosis de estos productos como con el fin de
desinhibir las conductas para superar temores o limitaciones éticas o morales,
el consumo de cocaína, cannabinoides o derivados de menor calidad de estas
sustancias motiva en general hechos de faltade seguridad de mayor violencia o
con resultados más graves.
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