miércoles, 7 de diciembre de 2016

SOLEDAD

La soledad es uno de los sentimientos, más comunes que podemos atravesar los seres humanos en la vida y que se caracteriza por la falta de un acompañamiento, que es lo que comúnmente genera que no nos sintamos solos. Cuando sentimos soledad estamos solos, nos sentimos de esa manera.
El término soledad, entonces, refiere la carencia de compañía que experimenta un individuo. Este aislamiento y falta de contacto con otras personas puede deberse a diferentes cuestiones, por propia elección de la persona porque se siente triste y no tiene ganas de vincularse con otros, o bien por el contrario, porque le gusta y disfruta estando sin ningún tipo de compañía; otras causas pueden ser una enfermedad altamente contagiosa, hábitos sociales desviados, o la imposibilidad de encontrar alguien con quien compartir su vida, en el caso que la soledad sea en materia de pareja, entre las más comunes.
Cuando el período de tiempo de la soledad es relativamente corto, generalmente, es apreciada o valorada por el resto del mundo como una necesidad momentánea que tiene la persona en cuestión porque necesita tranquilidad como consecuencia de alguna decisión importante que deberá tomar, entonces, no puede ser distraído, por trabajo o simplemente por la necesidad de privacidad que todos tenemos en algún momento de nuestras vidas. En tanto, cuando la soledad se extiende casi, casi indefinidamente en el tiempo, tal cuestión suele ser decodificada como una situación desagradable que le causará serios perjuicios sociales a quien la manifiesta.
Porque debemos destacar a propósito de esto que el común de la gente entiende y percibe a la soledad como una cuestión negativa y mala, si bien como ya dijimos existen excepciones, normalmente, la gente se compadece y lamenta cuando sabe que alguien está solo, que no vive con nadie, que no tiene con quien compartir su vida sentimental.
Aunque algunos disfruten de su soledad y no les pese, hay otros que le temen tremendamente y por eso se esfuerzan por no quedar solos en la vida.
Ahora bien, la idea no es dejar de estar solos a cualquier precio pero sí tratar de abrir nuevos canales de comunicación y de actividades que nos permitan conocer gente, interactuar con ellos para de esta manera poder generar nuevos lazos de amistad, de amor, que terminen con la soledad.
Como dijo alguna vez Dios no está bueno que el hombre esté solo y creó a la mujer… y aunque suene a frase hecha es una cierta verdad… La vida con compañías de las buenas, aquellos que nos quieren, nos aprecian, nos contienen cuando estamos mal o nos aconsejan cuando estamos por cometer algún error, siempre será mucho mejor que una vida sin eso, eso es una realidad, por más que a veces esté bueno estar un rato, solos con nosotros mismos.
los monjes, no lo ven  como algo negativo sino todo lo contrario, consideran a la misma como una manera de iluminación espiritual.
La soledad puede distinguirse como soledad física y soledad mental. La primera se pone en práctica cuando por alguna razón es necesario que la persona se desconecte de todo tipo de distracción para así trabajar o meditar.
Algunos síntomas que ayudarán a reconocer si alguien manifiesta una soledad de tipo impuesta son los siguientes: alucinaciones, ansiedad, distorsión en la percepción del espacio y del tiempo.
Si bien no es una ley inquebrantable, los jóvenes suelen adaptarse mucho más fácilmente a la soledad que la gente mayor.
También, el término es empleado para dar cuenta de aquellos lugares desiertos o muy poco habitados. Nos gustó mucho pasear por las soledades del bosque.
Y el otro de los usos del término, también muy extendido, dice que la soledad es aquel estado de pesar y melancolía que experimenta una persona tras la ausencia, pérdida o muerte de algún ser querido. Cuando alguien cercano a nosotros fallece el sentimiento de soledad aflora y jamás desaparecerá en relación a ese ser querido que ya nos acompañará jamás.

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