Una obligación es aquello que se está obligado a hacer o que
se tiene que hacer, como puede ser el pago de los impuestos y los servicios en
el lugar donde vivimos, en tanto, una obligación también puede estar dada por
una x circunstancia que nos obliga a hacer o no tal o cual cosa.
Asimismo, se suele utilizar el término obligación para
designar la deuda que se tiene con alguien que en un determinado momento nos
hizo un favor que nos ayudó.
Cada ámbito en el cual los seres humanos nos movemos
implicará en algún momento el cumplimiento de una obligación. Entre las más
destacadas y conocidas se cuentan las obligaciones morales y las obligaciones
jurídicas.
Una obligación moral es aquella que se originará en el
inconsciente de cada persona, es decir, la razón ejerce una fuerte presión
sobre la voluntad en relación o referencia a un determinado valor. Cuando un
individuo capta un valor, la inteligencia inmediatamente interviene para que la
razón se lo muestre a la voluntad y le proponga conseguirlo. Pero claro, al
estar originada en la intimidad de cada persona, la obligación moral estará
sujeta a las vivencias y experiencias personales del sujeto que la encarnará,
por supuesto. Aún con el libre albedrío en alerta y en funcionamiento, el
hombre siempre hará este ejercicio cuando detecte un valor, ya que libre
albedrío y obligación moral conviven sin ningún tipo de problemas.
Y por el otro lado, una obligación jurídica, en el derecho,
es aquel vínculo jurídico a través del cual dos partes, una acreedora y la otra
deudora, quedan ligadas, debiendo, oportunamente y tal como se haya estipulado,
la deudora cumplir con la contraprestación de la cual fue objeto la obligación.
Cuando una obligación jurídica no es observada y cumplida en
tiempo y en forma, entonces, la parte deudora deberá responder jurídicamente y
someterse a un juicio porque no cumplió con su compromiso previamente
estipulado a través de un documento, como se asientan generalmente estas
cuestiones.
Las obligaciones jurídicas, según los estudiosos de la
historia, data desde tiempos inmemoriales, ya que aparentemente los pueblos
primitivos le hacían pagar un determinado precio a aquella persona que había
ocasionado un daño o perjuicio a otro con el cual lo unía un vínculo.
Entonces, como dijimos, la obligación jurídica consta de
tres elementos, no pudiendo faltar ninguno: sujetos, pasivo (acreedor) y activo
(deudor), objeto (dar, hacer o ejecutar algo) y causa (fin que las partes
persiguen y por el cual se originó la obligación).
Este tipo de obligaciones quedarán extintas una vez que se
haya: efectuado el pago acordado, condonado la deuda, compensado o a razón de
una confusión, entre otros.
Wooo
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