La furia es un estado emocional que afecta a los seres
humanos y que se caracteriza por la manifestación de una enorme ira, enojo,
contra algo o contra alguien. Es decir, la persona que experimenta furia se
mostrará extremadamente irritable en su manera de hablar y de moverse y por
ello es muy frecuente que grite y hasta que exhiba algunos síntomas físicos de
esa furia que vive como ser: aumento del ritmo cardíaco, de la presión y del
nivel de adrenalina, entre otros.
Ahora bien, la furia puede aparecer en un determinado
momento de nuestras vidas y como consecuencia de una acción o situación que
desencadena a la misma y luego, tras superarse la situación, desaparecer. Pero
por otro lado puede suceder que la furia sea una característica más de la
personalidad de una persona y aquí sí la furia puede convertirse en un difícil
escollo para el desarrollo y la convivencia social de esa persona dentro de la
comunidad. Por caso, es importante que en estas situaciones, la persona se
someta a tratamientos psicológicos que la ayuden a superar tal rasgo.
Cabe destacarse que la furia no solamente es patrimonio de
los seres humanos, también los animales la manifiestan, aunque claro, más
elementalmente, como por ejemplo mostrando sus dientes, gruñendo.
Pero también usamos la palabra furia para expresar otras
cuestiones como ser: aquella actividad que se caracteriza por la violencia que
presenta (la furia del viento arrasó con todo a su paso); la gran velocidad con
la cual sucede algo (estoy yendo a tu encuentro con toda la furia); el coraje y
el ímpetu que demuestra alguien (el jugador peleó con furia a su rival hasta el
último minuto).
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