Impotencia es la emoción que nos produce aquellas
situaciones en las que queremos conseguir algo y vemos que no lo alcanzamos.
La sensación de Impotencia iría de la mano de la sensación
de poder; el poder que nos otorgamos
para ir a por aquello que nos parece interesante.
En la vida diaria madres, padres y profesores sentimos
impotencia en algunas ocasiones, cuando
trabajamos por una superación personal.
Todas las personas deseamos ver nuestros deseos cumplidos.
Si vivimos con esa sensación de impotencia, nuestra vida
será más frustrante. En el día a día quién no se ha planteado cómo mejorar la
comunicación con su hijo o su alumno o su jefe. Quién no ha querido, o se lo ha
planteado, algo que al final del día
evalúa como imposible de llevar a término. Si vivimos agarrados a ese esfuerzo
constante, derrochamos energía en algo, que a lo mejor la naturaleza nos
presenta como inalcanzable. Por ejemplo, todos los padres y madres deseamos
tener conversaciones enriquecedoras (donde reine la complicidad) con nuestros
hijos adolescentes. Pero empeñados en ello, nos dará como resultado dosis
enormes de impotencia. La naturaleza misma de la adolescencia, nos dice que
será un tramo de la vida donde la comunicación se reducirá drásticamente y la
complicidad no será contigo (mamá o papá) sino con personas casi siempre de la
misma edad y sexo.
Qué claves podemos tener para disminuir esa sensación de
impotencia. A continuación te presento una
claves con las que pretendo acompañar tu emoción y dotarte de
herramientas para gestionar mejor tu impotencia.
En primer lugar te invito hacer un análisis real de tu
impotencia. Responderte a las preguntas Qué quiero conseguir; Que estoy
haciendo para conseguirlo; Cómo me siento cuando no lo consigo; Cuándo he
intentado alguna de mis opciones y qué resultados he tenido. Estas preguntas
pueden ayudarte a definir mejor tu impotencia. Tomando conciencia de la
emoción, te permite abrir tu mente para ver nuevas posibilidades.
La impotencia deriva
de una sensación de no poder. Cambia el foco de visión hacia las cosas que sí
puedes. Sobre las cosas que te hacen sentir poder. Sacando tus fortalezas a la
luz, contribuirás a disminuir esa sensación de impotencia.
Pregúntate ¿qué tiene de bueno esta emoción de impotencia?
¿Qué obtienes?. Aunque sea una emoción desagradable, puedes tener una gran
transformación personal. El sentir impotencia se puede convertir en un gran
reto a superar. Puede hacer de revulsivo para aportarte un gran crecimiento
personal.
Utiliza otros recursos. Explorar en tu pasado y recuperar
recursos personales que te hayan servido en otros momentos, te dará valor y
pueden poner fin a tu sensación de impotencia.
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